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18 febrero 2019 1 18 /02 /febrero /2019 16:27

He aquí un diccionario referido a términos muy en boga en Chile hacia mediados del Siglo pasado, en su mayor parte hoy en desuso y otros pocos todavía vigentes. Revelan en gran medida el clasismo que –se dice- sigue siendo tan propio de nuestra manera de ser nacional, aunque en menor medida que lo que fuera hasta esos tiempos.

MEDIO PELO: Se empleaba para caracterizar a quienes, proviniendo de capas más bajas de la sociedad, poco a poco se iban haciendo partícipes de la vida social en general  y convivían en el plano laboral, vecinal, estudiantil, etc…con otros que (supuestamente) correspondían a un sustrato superior. Al carecer del influjo costumbrista del buen vivir que era propio de estas capas más altas, no eran entonces merecedores de integrarse a estas presuntas elites y bien les venía, en consecuencia, este arraigado apelativo. Los hábitos domésticos, el lenguaje, el vestuario, las formas de convivencia con el vecindario, las comidas (hora de once incluida), parentela y otras características de su (no tan buen) vivir, les hacían acreedores de esta rotulación que quienes la imponían, lo hacían con pleno convencimiento de su procedencia.

 

GENTE DE ESFUERZO: Forma más generosa para rotular a los anteriores, haciendo ver positivamente aunque de forma no exenta de clasismo, que se trataba de personas que gracias a su trabajo, sacrificio, afán de superación y otras virtudes cívicas, habían ascendido en la pirámide económica, pero no en tanto en lo social. En síntesis, se trataba de una forma más condescendiente y menos peyorativa para mirar (algo desde lejos) a esos “medio pelo”.

 

SIÚTICO/A (Cursi): Apelativo con que se identificaba a personas que mostraban cierta extravagancia, especialmente por su vestir no muy sobrio, por el uso de un lenguaje rebuscado o que pretendían hacer ostentación de bienes, viajes, ascensos, compras onerosas u otras formas de evidenciar un relativo éxito personal. Sobre todo, si ello correspondía a gente algo arribista o “trepadora”, esto es que pretendía escalar un poco a la fuerza en la pirámide social, sin merecerlo.

 

RELAMIDO: A un paso adelante del siútico, aplicable al varón cuya apariencia física iba acompañada de excesivo cuidado de esta (bigotillo, colonia, pañuelos, prendedores, anillos, humitas, fijadores de pelo, etc…). Término entonces apropiado para condenar a un sujeto de estas costumbres. Peor aún, si sus usos idiomáticos iban a la par con lo que se consideraba fuera de tono, en términos similares a los de aquellas exterioridades físicas.

 

MARICUECA: Si, por último, la cosa se iba a los extremos y el relamido anterior acostumbraba a “hacerse las manos”, perfumarse en exceso o, peor aún, teñirse el pelo, lisa y llanamente se le calificaba como maricueca, gracioso epíteto que no dejamos de echar de menos a pesar de la incorrección política que conllevaría hoy su empleo.

PEPE PATO: Expresión creada por el recordado Jorge Romero, "Firulete", para caracterizar con inusitada gracia a un personaje de clase alta probablemente hoy casi en extinción. Algo despectivo en sus opiniones y de hablar muy propio de niñitos bien que pasan por la vida sin entender las tribulaciones de los más necesitados. Y sin poder explicarse el por qué, ante ellas, estos no recurren a las facilidades del buen pasar que son propias de la gente del medio en que se desenvuelve. 

 

MARIMACHO: Un horror expresivo para quienes defienden hoy en día las relaciones lésbicas. Pretende, o más bien pretendía, identificar a mujeres algo ahombradas, bruscas, agresivas, que se relacionan con su entorno empleando ademanes y lenguaje viriles, enteramente apartados de lo que siempre caracterizó al modo de ser femenino. Su orientación propiamente sexual se soslayaba o quedaba implícita frente a la exterioridad que manifestaban y que daba de suyo a entender cuál debía ser tal preferencia.

 

PELAFUSTÁN: Individuo poca cosa, liviano, asaz ignorante, fracasado en los quehaceres que emprende y que es mirado y sindicado como el típico perdedor. Forma despectiva para referirse a quien, por tanto, poco o ningún éxito tiene para mostrar dentro del medio en que se desenvuelve.        

 

PATIPELADO: Correspondía este apelativo a uno de los estratos más bajos de la escala social. Su origen, como es de entender, derivaba de las carencias de calzado que mostraban quienes lamentablemente pertenecían a este nivel tan castigado por la sociedad y por el medio. Su aspiración era, como resulta lógico, la de pasar a la categoría de medio pelo o semejante, lo que recién vino a darse en nuestro país durante la segunda mitad del siglo pasado.

 

ROTO METIDO A GENTE: Término que se usaba para identificar a quien pretendía codearse con los grupos más altos o más pudientes y mostraba sin embargo un comportamiento poco acorde con tal aspiración, por sus hábitos y modos de vida no compatibles con los aceptados para el sustrato superior.

 

ROTO CON PLATA: Análogo al precedente, cuando el calificado bajo esta etiqueta hacía ostentación o gala de sus éxitos económicos y trataba de evidenciar lujos, automóviles, casas y bienes en general, a la par que sus hábitos, lenguaje y modos de vida seguían siendo primitivos o no guardaban relación con aquellos éxitos.

NEW RICH: Forma menos insultante que las anteriores, para identificar a gente cuyos mejores medios económicos eran de data más reciente y no correspondían entonces a las más tradicionales y clásicas: herencia, agricultura, ejercicio profesional o similares, sino a nuevas formas de ganarse la vida: comercio, transporte (se fleta) industria, etc…

PITUCO: Argentinismo exportado a Chile por los años '40 para describir a un personaje muy preocupado de su vestimenta, cuidado personal y apariencia: tenida  impecable, zapatos lustrosos, ropa a su medida, etc...Supuestamente de origen humilde (salvo en algunos países de Sudamérica, según describen definiciones que vinculan el término a gente de mayor abolengo), pero con aspiraciones algo arribistas para escalar en la pirámide social valiéndose de su cuidada presentación.

GENTE VENIDA A MENOS: En las aguas contrarias a los new rich, identifica a personas otrora pudientes, pero que han ido perdiendo sus antiguas fortunas, ya fuere dilapidando herencias, haciendo malos negocios o por haber perdido tras generaciones el espíritu emprendedor de sus antepasados.

CUMA (también cumeta): Personaje ordinario, de costumbres algo primitivas que rozan con la delincuencia; vulgar, grosero, ramplón, inculto a cabalidad. Se le presume ignorante de sus propias limitaciones sociales y culturales, pese a lo cual camina despreocupadamente por la vida abstrayéndose de estas, integrándose con personas del lumpen y usando el lenguaje propio de los bajos fondos. Antecesor del flaite, con variantes derivadas de la evolución del término, que mantiene su fondo.

PICANTE: Término algo en desuso pero de común empleo en el siglo pasado, para describir a personas de costumbres ordinarias, de baja extracción social y que se agrupan junto a sus pares para formar la picantería, esto es conglomerados en los que abunda la zafiedad y la chabacanería, reflejadas principalmente en sus abundantes y regadas comidas, lenguaje, vestimentas, etc...apartándose de toda finura o pulcritud en sus modales. También pariente lejano del flaite.desenvuelve.

 

AMINADA: Derivación del argentinismo Mina, para describir a una mujer que se viste y comporta de manera provocativa, sugerente o extremando su sensualidad. Ello, pese a desenvolverse en medios algo más conservadores. Del término, ha derivado al menos en Chile su análogo Minoca, para referirse a féminas que mantienen estas características, pero sin la estatura, envergadura o importancia como para trascender o para codearse con gente de más importancia social o económica. 

CHINERO: Varón que tiene por costumbre relacionarse con asesoras hogareñas, mediante correrías nocturnas o encuentros subrepticios aprovechando los días de salida de estas trabajadoras, incitantes estas últimas a iniciarles en sus actividades sexuales, muchas veces dentro del propio hogar del aprendiz muchacho. Costumbre que en no pocos casos es mantenida más en la adultez. Deriva obviamente del apelativo china que peyorativamente se daba a estas esforzadas colaboradoras con las labores de casa.

GCU (Gente como uno): Término de data más bien reciente, para hacer distintivo a quien se siente parte de un nivel socio/económico/cultural superior, frente a medios pelo, cumas, picantes y roteques en general. Aplicable a muchas situaciones de la vida diaria o laboral, por ejemplo para describir a los participantes en algún evento. (¿Quiénes asistieron? Casi todos eran GCU salvo unos pocos…)

CAZA FORTUNAS: Varón que corteja y pretende a alguna muchacha de herencia atractiva, con el velado afán de hacerse de parte de aquélla y disfrutar así de las ventajas derivadas de este privilegio. También si la búsqueda es en pro de vincularse a apellidos vinosos (arribista).  

FLAITE: Acepción más reciente que engloba a muchas de las ya mencionadas, siempre referidas a gente de niveles bajos, de muy escasa o ninguna cultura y que se presta para ser sindicada como indeseable por los estratos más altos en lo social.

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